La pandemia ha presentado desafíos sin precedentes para las artesanas tradicionales, pero también ha destacado su increíble capacidad de adaptación y resiliencia. Un ejemplo inspirador es el proyecto «Volver a Tejer», donde 70 artesanas se unieron a través de WhatsApp para crear ponchos y chalecos para el retail durante los confinamientos.
Este caso nos deja valiosas lecciones:
- Innovación en la adversidad: Ante la imposibilidad de reunirse físicamente, las artesanas aprovecharon la tecnología disponible (WhatsApp) para coordinarse y seguir creando. Demostraron que con creatividad e ingenio, siempre hay formas de adaptarse a nuevas circunstancias.
- Poder de la colaboración: A pesar de la distancia, las artesanas forjaron un sentido de comunidad y trabajaron juntas hacia un objetivo común. La crisis reforzó la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo.
- Resiliencia empresarial: Al encontrar nuevos canales de venta (el retail), las artesanas aseguraron ingresos en un momento de gran incertidumbre económica. Probaron que con flexibilidad y proactividad, los negocios artesanales pueden sortear tiempos difíciles.
- Revalorización de la artesanía: La pandemia ha generado una mayor apreciación por los productos hechos a mano, locales y auténticos. Las artesanas están bien posicionadas para aprovechar esta tendencia, pero requieren apoyo para potenciar su alcance en el mercado.
En Artesánico, asumimos el compromiso de acompañar a las artesanas en su camino de adaptación y crecimiento, brindándoles las herramientas y asesoría necesarias para convertir los desafíos en oportunidades. Juntos, podemos construir un sector artesanal más resiliente y próspero.